En su quinto año, el programa que propone abordar la historia reciente a través de investigaciones y producciones realizadas por los estudiantes, logró cubrir los 17 departamentos de la provincia, extendiéndose a ciudades que se suman por primera vez.

Clarisa Sobko, de la agrupación Hijos Regional Paraná, fue la encargada de dar la bienvenida a los jóvenes que –como viene sucediendo año tras año- colmaron las butacas del salón para cubrir también los pasillos y escaleras. Además, comentó los lineamientos generales del programa y de esta edición en particular; pero especialmente celebró el interés de los estudiantes por los temas de nuestra historia reciente y valoró el acompañamiento de los docentes, sin cuyo apoyo y compromiso la experiencia no sería posible.

El acto continuó con las palabras de referentes de organizaciones convocantes y de la intendenta de Paraná, Blanca Osuna. Por AGMER Central –que integra la organización de Jóvenes por la Memoria desde los inicios del programa- estuvieron presentes el secretario Gremial, Manuel Gómez; la secretaria de Derechos Humanos, Tomasa Gómez, y Mónica Amoz, del equipo de trabajo de la secretaría.

Más corto que otros años, el acto formal de lanzamiento finalizó al promediar la mañana, para dar paso a la primera jornada de capacitación a cargo de coordinadores del programa. Al aire libre, y en un clima distendido, los pibes estuvieron a sus anchas. Fue el momento de presentarse, de intercambiar inquietudes y evacuar dudas, en rondas que pusieron en un mismo espacio a los estudiantes de Galarza con los de Paraná, a los de Cerrito con los de Mansilla, como para empezar a saltar distancias y descubrir que las diferencias a sortear no son tantas.

Agrupados en función de las áreas temáticas elegidas, los jóvenes comenzaron a trabajar conceptos como identidad, política, memoria, historia, democracia, dictadura… Y lo hicieron desde la identidad propia que portan y construyen, en tanto jóvenes, alumnos, entrerrianos. Por eso también lo hicieron con un lenguaje que les es propio y en el cual pueden reconocerse, llevando a comics algunas consignas o rappeando letras, en una creación colectiva e improvisada.

Tras esta instancia, en cada escuela que participa del programa se abre un camino que durará unos cuantos meses, trayecto en el que los estudiantes y sus docentes darán curso a investigaciones, estudio y trabajo. Concluirán en septiembre, con la presentación de sus producciones, en el soporte que elijan, y en un marco de recepción colectiva, como el que se vivió hoy cuando los proyectos fueron tomando forma, y que los acompañará en próximas instancias de formación y crecimiento conjunto.