La Asociación de Maestros y Profesores (AMP) de La Rioja, denunció la censura, por parte del gobierno de esa provincia, de un Manual de Educación Ambiental elaborado por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, del Ministerio de Educación de la Nación, que las autoridades de La Rioja decidieron no distribuir.
En la AMP, cuyo secretario General, Rogelio De Leonardi estuvo en Paraná días pasados, no dudan que la decisión de retirar el manual de circulación se funda en que el texto reconoce los impactos negativos de la minería a cielo abierto.
Más aún, la AMP señaló que el manual dejó de ser accesible en la página web de la Secretaría (https://www.ambiente.gov.ar/default.asp?IdArticulo=5076) donde estuvo ubicado originalmente.
El Manual de Educación Ambiental “Ideas y Propuestas para docentes para los niveles Inicial, Primario y Secundario”, realizado por equipos técnicos de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, del Ministerio de Educación de la Nación y Fundación Ambiente, contrariamente a lo que se sostiene desde los ámbitos oficiales provinciales, reconocen los serios impactos de la minería contaminante a cielo abierto, documento cuya presentación lleva la firma del ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni.
En los fundamentos, el Manual habla de los impactos de las actividades extractivas del subsuelo y explica que la obtención de materiales y substancias de la litósfera, de utilidad para la sociedad, incluye una serie de actividades referentes al descubrimiento (exploración) y extracción (explotación) que ocasionan perjuicios al ambiente por la escala de los emprendimientos y por las tecnologías utilizadas en la actualidad, los que a continuación se detallan:

Flora y fauna
En lo referente a la flora y fauna, indica como consecuencia la “deforestación del suelo con la consiguiente eliminación de vegetación”. Aclara que “esto es más grave en los casos de mineras a cielo abierto y en las megaminerías”. Agrega que la “deforestación no sólo afecta el hábitat de cientos de especies endémicas sino el mantenimiento de un flujo constante de agua desde los bosques hacia los demás ecosistemas y centros urbanos”, además de precisar que “la deforestación de los bosques causa una rápida y fluida escorrentía de las aguas provenientes de las precipitaciones agravando las crecidas en los períodos de lluvia debido a que el suelo no puede contener el agua como lo hace en presencia de las masas boscosas”.

Suelo
En relación al suelo, se producen “importantes modificaciones del relieve por excavación, desgaste de la superficie por erosión, generación de montones de residuos de roca sin valor económico que suelen formar enormes montañas”.

Agua
En lo referente al agua, se produce un “alto consumo de agua que, generalmente, reduce la napa freática del lugar (agua subterránea), llegando a secar pozos de agua y manantiales. El agua suele terminar contaminada por el drenaje ácido de las minas. En la minería la lixiviación, contaminación del agua por movilización de metales y los productos químicos utilizados para disolver (lixiviar) los metales en cuestión del mineral que los contiene (por ejemplo ácido sulfúrico en el caso del cobre o una solución de cianuro y sodio en el caso del oro)”.

Aire
En el caso del aire, “la contaminación puede producirse por el polvo que genera la actividad minera, que constituye una causa grave de enfermedad, el cual provoca trastornos respiratorios de las personas y de asfixia de plantas y árboles. También por emanaciones de gases y vapores tóxicos (producción de dióxido de azufre por el tratamiento de los metales, y dióxido de carbono y metano por la quema de combustibles fósiles por las maquinarias utilizadas)”.

Otros datos
El manual acota que en el país, “a partir de un nuevo marco legal –que data de la era menemista-, de apertura a inversiones extranjeras, tomaron impulso los emprendimientos mineros de gran escala. El territorio explotado pasó de 70.000 a 180.000 km2. Con el aumento de la escala llegaron nuevas tecnologías de explotación que generan diversas perturbaciones de gran impacto ambiental, lo que pone en cuestionamiento la sustentabilidad de la actividad”.
Asimismo, propone enseñar en las escuelas que “luego de procesada la roca quedan restos de cianuro residual y otros derivados de cianuro que son muy tóxicos y muy perdurables en el tiempo”. “Se utilizan en la minería productos químicos peligrosos en las distintas fases de procesamiento de los metales, como cianuro, ácidos concentrados y compuestos alcalinos”.
“Las pequeñas partículas de metales pesados que con el tiempo pueden separarse de los residuos, se diseminan con el viento, depositándose en el suelo y los lechos de los cursos de agua. Cuando los sulfuros persistentes en la roca o el suelo se exponen al aire o al agua se convierten en ácido sulfúrico, que a su vez reacciona con otros minerales expuestos. Se genera así un vertido autoperpetuado de material tóxico ácido, que puede continuar durante cientos o incluso miles de años”.

Fuente:
La Voz Docente. Organo de difusión de la Asociación de Maestros y Profesores de La Rioja. Febrero de 2012 / Nº 63. Pag7.
www.amplar.org.ar