Con un salón sindical lleno, un número importante de docentes asistieron a la disertación del joven sociólogo, docente de la Universidad Nacional de La Plata, becario del CONICET y referente de la Corriente Nacional Popular Latinoamericana, Gabriel Merino. Las palabras de presentación estuvieron a cargo del Secretario Gremial de AGMER, Manuel Gómez, quien agradeció la presencia de Merino en el inicio del ciclo de charlas que se llevarán a cabo en el marco de la Escuela de Formación Pedagógica y Sindical (EFPS).

En este sentido señaló Gómez: “Esta semana tiene para nosotros un sentido muy especial, porque a seis meses de haber asumido la conducción, se ha puesto en marcha la Escuela de Formación Pedagógica Sindical, para permitirnos pensar de otra manera a nuestra querida escuela pública. La invitación a este tipo de charlas se va a extender para toda la provincia, y esperamos que nos sirvan para superar la mirada del espontaneísmo, del cortoplacismo. Necesitamos lograr una conciencia colectiva donde la escuela sea pensada desde el lugar de la lucha de clases, donde se dispute la construcción de un poder popular que enfrente a los sectores concentrados de la economía que son los verdaderos enemigos del movimiento obrero organizado”.

Por último, y antes de cederle la palabra al invitado, el Secretario Gremial de AGMER señaló el desafío que supone apostar a consolidar estos espacios y crear  “este tipo de instancias que nos permitan pensar y transitar la construcción de una escuela pública para la liberación de los pueblos”.

Acto seguido, Merino desarrolló su disertación haciendo hincapié en dos ejes fundamentales: el proyecto neoliberal y sus consecuencias; y los tiempos actuales, analizando pormenorizadamente en ello los procesos educativos y de conocimiento en el contexto global y mundial.

El proyecto neoliberal y sus consecuencias

Gabriel Merino comenzó celebrando la puesta en funcionamiento de la Escuela, que, señaló, forma parte de las instancias de formación que los docentes merecen de un sindicato más allá de la atención a los reclamos netamente gremiales.

“Después de 30 años de aplicación del neoliberalismo es necesario que volvamos sobre ello y podamos analizar pormenorizadamente sus efectos. Tanto en Latinoamérica como en Argentina se está aún en una etapa de transición entre lo nuevo que surge y el despegarse de todo ese proceso. Atravesado todo esto por un proceso de imposición de una cosmovisión, de valores, basándose en esencia en el individualismo y en el consumismo. Moldeando en ello al sistema educativo a su imagen y semejanza”.

De este modo Marino realizó un profundo análisis sobre esta etapa de la historia que él situó entre los años 70 y el 2001, aproximadamente. En ese marco señaló que “a las condiciones de trabajo paupérrimas se le suma una carrera docente precarizada, presa de un modelo mercantilizado. El docente se cosifica, convirtiéndose en objeto que reproduce, en un engranaje de una cadena y queda alienado y, por lo tanto, desmotivado”.

La actualidad

     En el marco de una situación de crisis global en la que, remarcó el sociólogo, se encuentra el mundo, surgen grupos, bloques de poder, que se oponen al neoliberalismo que ha dominado las últimas décadas.

Ahí se sitúa, entre otros, la UNASUR “surgida como uno de los movimientos nacionales y populares revolucionarios”. Allí, señaló Merino, “hay sectores con una visión tecnicista y empresarial de la educación. En ello está la importancia de empezar a pensar cómo vamos hacia un proyecto nacional y popular latinoamericano para la educación en esta transición, pero que sea profundo, que genere un cambio”. “El proyecto neoliberal es el de la exclusión, el nacional y popular es la justicia social”.