AGMER recuerda esta fecha, tan importante en la historia de luchas de la clase obrera junto al pueblo.
El Cordobazo fue un hecho político de inflexión en la historia argentina, que ocurrió el 29 de mayo de 1969 en la industrial ciudad de Córdoba. Tuvo un efecto multiplicador de manifestaciones contra la dictadura del presidente de facto, Juan Carlos Onganía, en varias otras ciudades del país, y fue el punto de partida del resurgimiento de una corriente clasista en las fábricas, que pasaría a controlar Comisiones Internas y Cuerpos de Delegados de importancia. Dirigentes obreros de Córdoba adquirieron un alto protagonismo en la escena política nacional, principalmente Agustín Tosco, René Salamanca, Gregorio Flores y José Francisco Páez.
A las manifestaciones se sumaron casi inmediatamente las agrupaciones estudiantiles y corrientes políticas de la ciudad y los suburbios conjuntamente con un sinnúmero de marchas vecinales y protestas callejeras ciudadanas de todo tipo que confluyeron desde los barrios periféricos e industriales hacia el centro de la ciudad y chocaron en violentos enfrentamientos con las fuerzas policiales que se vieron desbordadas y ampliamente superadas por la creciente irritación popular contra el régimen dictatorial imperante.
Al mediodía de ese 29 de mayo se produce la muerte del obrero Máximo Mena, hecho que provocó una reacción en cadena. Los manifestantes se adueñaron de la ciudad, levantando barricadas contra la policía, que debió replegarse a sus cuarteles dejando la ciudad en manos de los trabajadores, estudiantes y vecinos enardecidos.
Este hecho constituyó un factor determinante para el debilitamiento y la posterior destitución de la dictadura de Onganía, y quedó para siempre grabado en la memoria colectiva del país, al resaltar como ningún otro la importancia y la fuerza de la unión de obreros, estudiantes y el pueblo en general en pos de sus objetivos y reivindicaciones.
“Hago lo que hago porque quiero a la justicia. Si bien yo nací en una familia de pequeños propietarios y no he experimentado la injusticia que sufre tanta gente, tantos trabajadores, sé que no sólo lucha contra ella quien la padece, sino también quien la comprende”. Así expresaba Agustín Tosco su sentir en aquellos momentos de estallido. Nos hacemos eco de sus palabras, recordando una vez más este hecho político que reconocemos como piedra fundante de los años de lucha que la clase obrera, junto al pueblo, todavía tenían por delante, de la que muchos docentes de la CTERA y de AGMER fueron y son parte.
Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos
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