La edición 2013 del programa Jóvenes por la Memoria se lanzó formalmente ayer, en el Centro Cultural La Vieja Usina, de Paraná. Más de 200 estudiantes provenientes de escuelas de diferentes localidades se sumaron este año a la convocatoria, con el apoyo e impulso necesario de sus docentes.
En su cuarto año consecutivo el Programa Jóvenes x la Memoria volvió a convocar a estudiantes secundarios. Y este año son 21 las escuelas que participarán, ya que la invitación se extendió a más localidades de la provincia. Más de 200 estudiantes de Paraná, Concordia, Concepción del Uruguay, Colón, Villaguay, Gualeguay, Nogoyá, Viale, Crespo, Urdinarrain, Santa Elena, Victoria, Alcaraz, Chajarí, Tabossi, Santa Elena, San José, se abocarán a la investigación y elaboración de trabajos con temática de derechos humanos sobre nuestro pasado y sus consecuencias.
Del acto de lanzamiento realizado en la mañana de ayer, en el Centro Cultural y de Convenciones La Vieja Usina, participaron el subsecretario de Derechos Humanos de la provincia, Julián Froidevaux; el secretario de Juventud de la provincia, Lautaro Gervasoni; la intendenta de Paraná, Blanca Osuna; la coordinadora del programa e integrante de la agrupación HIJOS, Florencia Amestoy; Clarisa Sobko (HIJOS); Marcela Mangeón, coordinadora de Educación Secundaria en el CGE. Por AGMER, como una de las entidades que participa del programa, estuvo la Secretaria de Derechos Humanos, Mónica Amoz.
El objetivo del Programa Jóvenes por la Memoria es promover entre los jóvenes de las escuelas secundarias la construcción de relatos sobre memoria y derechos humanos, a partir del diseño de investigaciones y de mecanismos creativos de comunicarlos. De esa forma, relatan su mirada y sus reflexiones sobre nuestro pasado reciente y sus consecuencias.
En ese sentido, Froidevaux subrayó que “los estudiantes secundarios, con realidades propias y cercanas, a partir de una investigación histórica, política y social dan una carga de profundidad y comprensión acerca de cuál es el trasfondo de esas injusticias que siempre llaman la atención de un joven”. Y afirmó: “El programa Jóvenes por la Memoria trata de ordenar y avanzar en los niveles de toma de conciencia de los estudiantes y de la sociedad en su conjunto”.
Por su parte, Florencia Amestoy, invitó a los jóvenes a “preguntar, investigar, romper el silencio y narrar” con el soporte más conveniente sobre nuestro pasado reciente y sus consecuencias. Se refirió al compromiso con aquella generación de luchadores, pero también con las generaciones que siguieron y habló de los 400 hoy adultos entonces niños o bebés que fueron robados y cuya identidad permanece vulnerada. “Con este programa – dijo- redoblamos nuestro compromiso de luchar por vivir en un país más justo y solidario. Porque siempre supimos que en las generaciones venideras había que poner esperanzas, sueños y proyectos”.
Posteriormente, en la sala repleta de estudiantes, se proyectaron videos realizados en provincia de Buenos Aires, como para dar ideas, pistas, sugerencias de lo que alumnos y profesores pueden trabajar, apuntando a la amplitud de temáticas y variedad en las formas de resolverlas y comunicarlas. En los cortos, los jóvenes de provincia de Buenos Aires cuentan en su propio lenguaje la represión/abuso policial que sufren los jóvenes de los barrios, con un rap en el que cuestionan la discriminación “por portación de cara”; reclaman por el derecho a estudiar de los más chicos, en barrios marginados, donde la responsabilidad del trabajo llega demasiado temprano; denuncian condiciones de vida y medioambientales en las márgenes de un arroyo contaminado; filmando una encuesta callejera sobre muertos aparecidos en la costa bonaerense durante la dictadura, ponen en claro la vigencia del “no te metás”, que se refleja en las caras de miedo, enojo o indiferencia de los entrevistados en la zona.
Después tomaron la palabra alumnos y docentes. Los estudiantes lo hicieron para adelantar sobre qué tema piensan trabajar; cómo fue el proceso de elegirlo y ponerse de acuerdo; señalar las dudas sobre cómo llevar adelante la tarea que comienza con una investigación y termina con una forma de narrarla; o contar (en el caso de quienes participaron en ediciones anteriores) cuáles fueron sus experiencias, los errores sobre los que hay que trabajar, las nuevas ideas. Los docentes, en tanto, aprovecharon para reafirmar el compromiso que implica sumarse al programa y a la vez desmentir eso de que “los jóvenes no tienen interés” por la historia y la realidad de nuestro país. “El tema es dar una oportunidad, mostrar un camino, y acompañar en ese recorrido”, manifestó una de las profesoras presente. Se trata –y tal el slogan del programa este año- de “salvar del olvido lo inconcluso del pasado”