La institucionalización de la educación en el formato escolar ha dado lugar a multiplicidad de perspectivas acerca de cuáles son los aspectos más significantes de las prácticas en las instituciones para los actores de pertenencia y para quienes las tienen a su cargo. Plantean tensiones en el desempeño de los directores que oscilan entre poner el centro de atención en lo administrativo o lo pedagógico.

En este aspecto se pueden reconocer posturas que promueven la asimilación de la escuela al modelo de la empresa, donde sus tareas tienen que ser fragmentadas y jerarquizadas para mayor eficiencia; y también las que consideran que la administración y el sistema burocrático son lo más importante en el funcionamiento de la institución siendo éstos  independientes de las personas.

Otras posturas, en cambio, intentan comprender a las instituciones como sistemas informales de relaciones humanas, como sistemas de interacción con el ambiente-contexto o como construcciones  socio-históricas y políticas, por ende complejas y contradictorias. Estas líneas de pensamiento promueven el análisis de los procesos individuales y colectivos inconscientes, lo manifiesto y lo latente, tratan de revelar lo oculto, hacer una pedagogía institucional de autogestión como medio para transformar las instituciones; también están las que focalizan en el análisis político y la micropolítica institucional como producto de decisiones de los actores involucrados.

Teniendo en cuenta los procesos más recientes en relación a los proyectos políticos educativos, imaginarios sociales y discursos naturalizados que circulan, hegemonizan e interpelan a las escuelas, reconocemos la necesidad de que docentes y directivos como trabajadores de la educación puedan comprender estas dinámicas sociales para interpretar y construir formas alternativas de acción en función de un proyecto por la transformación y la liberación como compromiso ético-político.

Al decir de Miguel Andrés Brenner el neoliberalismo planteó a la educación como una “Razón de Mercado” que  invadió de conceptos los discursos pedagógicos resultando atractivos  por la carga valorativa como “flexibilidad, autonomía, autogestión, gerenciamiento educativo, recursos humanos, producción y distribución de los conocimientos, excelencia y calidad total, eficiencia y eficacia”  a partir de esto resulta un desafío volver a la promover la conciencia de la educación como una “Razón de Estado”.

Se trata de reconocer algunas perspectivas, desde las cuales  se significan aquellos fenómenos que nos atraviesan en el tratamiento de las cuestiones que son inherentes al ámbito educativo como el abandono del sistema, la repitencia, la inclusión, la obligatoriedad, los procesos de enseñanza y aprendizaje y evaluación, la formación docente, los conflictos y vínculos institucionales, entre otros.

Desde esta perspectiva, entendemos que es preciso promover en la formación de directivos y docentes en prácticas educativas reflexivas que permitan sostener y  construir posicionamientos pedagógicos, éticos, políticos y epistemológicos, lo que supone considerarse como intelectuales autónomos que deciden, justifican y construyen sus propias prácticas. Es decir, comprenderse como sujetos inmersos en el entramado social  y construir conceptos  pertinentes para su interpretación, explicación y acción colectiva  desde el desempeño en las instituciones educativas.

A través del mediador didáctico “Juego de situación simulada” se promueve la toma de  posición empática de los participantes  en acciones concretas que los interpelan  a reflexionar, analizar problemáticas educativas e institucionales con el objetivo  de problematizar la comprensión de las tramas sociales  a favor de poder tomar decisiones argumentadas y coherentes sobre sus prácticas; situaciones no frecuentes en tanto el abandono de la teoría en todas las prácticas educativas institucionales por la priorización de un tipo de pragmatismo  sin dirección epistemológica.

Esta dinámica se desarrollará con una metodología de trabajo en Taller donde la construcción del saber en interacción con otros es la principal herramienta para reflexionar y avanzar en la transformación de la educación como práctica social y política que se convierten en objeto de  conocimiento.

Los talleres tienen como sujeto y objeto de conocimiento a los propios participantes, porque se trata de conocer con mayor profundidad lo que sucede con sus definiciones éticas y políticas en el desarrollo de sus prácticas, transformándolas en objeto de conocimiento.

El proyecto se desarrollará en cuatro encuentros presenciales, más evaluación, en diferentes departamentos de la provincia, durante 2013 y 2014.