Se perfilan los lineamientos para la segunda etapa del plan de mil viviendas.
Cuando a principios del año 2012 la actual conducción departamental asumía con el apoyo de del 60 por ciento de los compañeros, decíamos que veníamos con dos objetivos para ese nuevo mandato que inaugurábamos: vivienda y formación docente y capacitación sindical.
La vivienda aparecía por aquel entonces casi como una utopía de difícil concreción, pero teníamos el convencimiento de que la vivienda, en su condición de propiedad individual, tiene una función social que cumplir y por ello ha de ser considerada bien de familia, garantizando el Estado su condición de tal. Bajo esa premisa, y con la fuerza de nuestra organización, fuimos a disputarle a la patronal las 1000 viviendas que le arrancáramos en un histórico acuerdo paritario en septiembre del año pasado.
El desafío para las conducciones departamentales era conseguir el terreno donde materializar ese acuerdo paritario. Con la convicción de que la tierra es para vivir y no para especular, gestionamos ante las autoridades municipales de San José y de Colón la donación de sendos terrenos.
Tanto la administración del intendente Pablo Canali como la de Mariano Rebord accedieron rápidamente a nuestra demanda y el pasado 24 de junio los Concejos Deliberantes de ambas ciudades aprobaban unánimemente la donación de los predios.
Nos quedó a la conducción trabajar en las factibilidades de dichos terrenos, tarea que hoy estamos culminando para que treinta y dos familias de trabajadores de la educación de Colón y San José puedan hacer realidad el sueño del techo propio.