Con un acto del que participaron la Comisión Directiva, Seccionales y dirigentes históricos de AGMER, quedó inaugurada anoche la obra de ampliación de la Casa del Docente, en Paraná. Fabián Peccín expresó la satisfacción por haber cumplido una nueva etapa de crecimiento “de esta casa que nació al calor de la necesidad de los docentes del interior de la provincia”.
La Casa del Trabajador de la Educación de AGMER, en Paraná, remodelada y ampliada, quedó inaugurada anoche, con un acto que se realizó a las puertas de las instalaciones, sobre calle Buenos Aires.
Con presencia de compañeros de toda la provincia, representantes de sindicatos hermanos, y dirigentes históricos de AGMER, quedó cumplida una nueva etapa en la historia de esta Casa que el sindicato adquirió en 1994, con el objetivo de atender las necesidades de docentes del interior de la provincia.
La obra de ampliación, que comenzó en septiembre de 2011, se dio por finalizada ayer, con la inauguración de las nuevas instalaciones que permitirán albergar a una mayor cantidad de compañeros y hacerlo en mejores condiciones.
Por eso el acto que se desarrolló ayer fue un verdadero festejo, además de un momento de reencuentro de compañeros que militaron y condujeron AGMER en distintos períodos. Todos ellos coincidieron en expresar el orgullo de una obra que refleja el crecimiento sostenido de la entidad sindical.
La Secretaria de Acción Social, Teresa Guerra, abrió el acto con el recitado de “La Muralla”, la conocida poesía del escritor cubano Nicolás Guillén. Luego destacó “lo que significa la lucha, la esperanza y el sueño hecho realidad” que se concretan con la reinauguración de la Casa, cuya historia comenzó allá por el año 1994. “Unos compañeros tuvieron este sueño: la casa para el Trabajador Docente. En el año 2011 otros compañeros siguieron y el sueño se extendió… Hoy, noviembre de 2013, nos toca este momento, que es como un nuevo amanecer, y estamos frente a la casa, que está pronta a abrir sus puertas”, expresó.
Peccín destacó la política de acción social
Luego tomó la palabra el secretario general de AGMER, Fabián Peccín, quien agradeció la presencia de todos y destacó la labor realizada por los empleados de la Casa Docente “por el desempeño que han tenido y porque han sido parte de este proyecto”. Un reconocimiento especial dirigió a Teresa Guerra, quien estuvo a cargo de todo el proceso de la obra en la Casa Docente “por su pasión, su sensibilidad social, su entrega absoluta y por poner lo mejor de sí”.
El secretario general expresó su satisfacción por “dar por terminada esta obra, que será orgullo de todos los afiliados y para ello ha sido construida y refaccionada”.
“Los trabajadores de la educación hoy celebramos en este acto no una acción más sino una decisión que tiene su historia, su recorrido. La casa del trabajador de la educación tiene su historia: nació al calor de la necesidad de los docentes del interior de la provincia y como tal albergó desde sus orígenes las alegrías, el dolor y las esperanzas de la familia docente y como toda familia que se agranda necesitó crecer en espacio”.
“Así con el esfuerzo colectivo de todos los afiliados hoy estamos celebrando esta ampliación, orgullosos de poder concretar un anhelo más, una reivindicación más, un derecho más, un logro fundamental para todos nosotros. Este colectivo docente que hoy inaugura esta nueva etapa de nuestra casa, es el mismo que enseña en las aulas, que lucha en las calles y en la vida, que construye día a día nuestro sindicato. Por eso AGMER hoy no puede más que seguir acumulando logros, seguir creciendo”.
“Siendo coherentes con la defensa de nuestros derechos y con las históricas banderas de defensa de la escuela pública, al mismo tiempo impulsamos una política de acción social que resuelva los problemas y necesidades de los compañeros. Por eso la acción social es tan importante, no hay antinomia entre lo gremial y la acción social, sino que deben ir juntas. Es la solidaridad la arcilla con la que construimos nuestro sindicato y desde la cual hacemos nuestra contribución al sueño de una sociedad menos fea, menos agresiva, en la cual podamos ser más nosotros mismos”.
Bajo esa premisa –sostuvo Peccín- es que AGMER impulsa una significativa política de acción social. Y como logros de esa política, mencionó la terminación de la Casa del Trabajador de la Educación, la ampliación de la Casa Docente de Colón, la política de ayuda solidaria por razones de salud, los subsidios, los obsequios que se entregan ante momentos especiales de la familia docente. Destacó en este sentido la política de viviendas que se llevó adelante y que permitió un llegar a un acuerdo paritario por mil viviendas para docentes de toda la provincia y anunció que se está trabajando en planes de turismo social. “En cada necesidad satisfecha se concreta un derecho y cada derecho alcanzado fortalece nuestra dignidad como trabajadores”, expresó el secretario general.
Clelia Lavini: “Éste es el símbolo de la fortaleza de AGMER”
Finalmente, quien dirigió la palabra fue Clelia Lavini, quien fuera secretaria general al momento de la compra de la Casa del Trabajador de la Educación. Conocedora de la historia del sindicato y sus distintas etapas, hizo un recorrido por la historia de la Casa Docente desde su compra y sus posteriores refacciones.
“Son muy emocionante siempre estos reencuentros con quienes compartimos tantos años, tantas esperanzas, tantas luchas, tantas rabietas… la emoción me invade bastante, porque ver acá a quienes fueron parte de esta iniciativa, ayuda también a recordar lo que significó tomar la decisión de comprar la casa”. Recordó que en aquel momento, cuando la acompañaba como secretaria adjunta Beatriz Montaldo, fue fundamental el apoyo de los asesores Héctor Fischbach y Raúl Keller. “Los maestros llegamos acá sabiendo por qué cosas teníamos que pelear y por qué cosas teníamos que discutir, pero de economía sabíamos muy poco y de leyes sólo las de la escuela. Por lo tanto nosotros necesitamos esos pilares, con compañeros que supieron interpretar qué significaba el ahorro durante mucho tiempo para poder tomar decisiones. Y no puedo dejar de mencionar a la compañera Shirley que fue un puntal en todas estas decisiones”.
“Yo creo compañero –señaló Lavini- que éste es el símbolo de la fortaleza de AGMER, de la capacidad de entender que toda obra sea en lo social, sea en lo político, sea en lo gremial, se construye desde la unidad, se construye desde las manos levantadas y fuertes, no hay otra manera de ganar y de avanzar en los problemas que tenemos si no es con una clara unidad del conjunto de los trabajadores”.
Después de las palabras y la lectura de salutaciones, fue el momento del descubrimiento de placas y corte de cintas. Participaron el secretario general, Fabián Peccín; y los ex secretarios generales de AGMER, Clelia Lavini y César Baudino. Con ello, la nueva Casa del trabajador de la educación quedó finalmente inaugurada; las puertas se abrieron y los compañeros de todos los departamentos ingresaron para recorrer las instalaciones. AGMER ha cumplido una nueva meta, y como todas las que se fija el sindicato, una meta para beneficio del conjunto.