Como cada 24 de marzo, una multitud recordó ayer el golpe de Estado de 1976, al cumplirse 38 años, en una manifestación que históricamente encabezan los organismos de Derechos Humanos y que une en su recorrido dos símbolos de esa lucha largamente sostenida: el monumento a la Memoria, que se ubica en la Plaza Sáenz Peña, y la placa con los nombres de los desaparecidos, en la Plaza Alvear.

También como cada 24 de marzo, al frente de la marcha fue la bandera con las fotos de los militantes desaparecidos por el terrorismo de Estado y las pancartas con sus rostros y sus nombres. Luego, las organizaciones sociales, políticas, sindicales y estudiantiles, desplegando sus banderas, cánticos y pancartas.

En la Plaza Alvear se realizó el acto central de la Multisectorial, donde se leyó un documento único que firman todas las organizaciones que la componen y que expresó demandas y reconocimientos, a 38 años “del último golpe cívico militar clerical”. En el texto, se marcan los avances en el ámbito de la Justicia, por las condenas a represores (nueve fueron en Entre Ríos), la cantidad de procesados y los juicios de lesa humanidad realizados. No obstante, se señaló que en Entre Ríos, el año 2013 hubo un estancamiento en los juicios y se denunció “la grave parálisis de la mega-causa Área Paraná”.

En ese marco, se exigió avanzar en la investigación de la maternidad clandestina que funcionó en el Hospital Militar, denunciando complicidad de militares y médicos. De la misma manera, sostiene el documento de la Multisectorial que es momento de “avanzar en la investigación de la complicidad civil, acto que requiere la mayor organización y coherencia en la acción del campo popular, ya que los beneficiaros del modelo económico implantado por el terror y el fuego, como lo demuestran las imputaciones de Carlos Blaquier y de Vicente Massot,  continúan hoy como actores hegemónicos en materia económica, financiera y mediática”.

La Multisectorial volvió a exigir la derogación de la Ley antiterrorista y subrayó que “jamás aceptaremos que un represor ocupe un cargo público”, por lo que exigió que se investigue “sin privilegios ni dilaciones a todos los sospechados de delitos de lesa humanidad inclusive al jefe del ejército, Cesar Milani”.

En cuanto a la responsabilidad de la Iglesia, demandó que “Jorge Bergoglio, el papa Francisco, ordene la apertura de los archivos vaticanos relacionados con la dictadura argentina y el resto de las dictaduras del cono sur”. Y afirmó: “Queremos la iglesia de Angelelli y Mujica, no la de Von Wernich y Tortolo”.

Al referirse a la situación de América Latina, evaluó la Multisectorial que “vivimos tiempos en que los gobiernos latinoamericanos que se atreven a ponerle un freno a la codicia del imperialismo son condicionados permanentemente por nuevas estrategias de intervención, que cuentan como denominador común con la complicidad de las derechas de cada uno de los países”. Y reclamó de todos los sectores políticos “un mayor compromiso con la defensa de la voluntad popular”.

En ese sentido, las organizaciones llamaron a “construir organización popular para consolidar lo conseguido en estos diez años”, entre lo que mencionaron: el juicio y castigo a los responsables del genocidio, la Asignación Universal por hijo, el Plan Procrear, el Progresar, el Conectar Igualdad, el Matrimonio Igualitario, las nuevas universidades y la recuperación de empresas nacionales, entre otras políticas públicas.

También convocó la Multisectorial a “comprometernos con lo que todavía falta”, y allí enumeró, entre otras, la democratización de la Justicia, la aplicación plena de la Ley de Medios; la erradicación de la trata de personas, de la violencia hacia la mujer, la violencia institucional y de la violencia en todas sus formas”.

Finalmente, consideró que se debe profundizar la redistribución de la riqueza, impulsando la puja distributiva a favor de los intereses del pueblo. En ese marco, expresó su acompañamiento a los reclamos de recomposición salarial que sostienen los trabajadores.