Con el objetivo de recordar y honrar la memoria del docente Carlos Fuentealba, al cumplirse un nuevo aniversario de su asesinato, AGMER presentó en Paraná el documental “Carlos Fuentealba. Camino de un maestro”. La actividad, que se llevó a cabo en la ESJA Nº 1 Leandro N. Alem convocó a compañeros de distintas seccionales departamentales, miembros de CDC, docentes y estudiantes.

La Secretaria de Derechos Humanos de AGMER, Mónica Amoz, fue la encargada de presentar el video documental y agradecer a los presentes por su participación en la actividad, que se llevó a cabo en el marco de lo propuesto por CTERA y bajo la premisa “Por justicia completa, multipliquemos la verdad”.

Se refirió a los hechos sucedidos siete años atrás, en Neuquén, cuando el maestro Carlos Fuentealba, fue asesinado una marcha de la que participaron otros miles de docentes que reclamaban ante el gobierno de Sobisch. Además, la secretaria de Derechos Humanos explicó que la película “muestra su historia, su lucha y su trabajo pedagógico” e informó que el video “se repartirá en las seccionales departamentales de AGMER e instituciones educativas para que puedan trabajarlo junto a los profesores y estudiantes”.

Precisamente, señaló que AGMER optó por realizar la actividad “en una escuela, donde estén los alumnos presentes, porque es ahí donde lo tenemos que recordar. Fue un maestro y un militante social que estaba comprometido con la educación popular”, afirmó.

Posteriormente, el secretario general de AGMER, Fabián Peccín recordó al docente neuquino y resaltó la lucha de su compañera, Sandra Rodríguez, para seguir adelante con la causa que investiga las responsabilidades políticas de este asesinato. Al, respecto, recordó que si bien el ejecutor del asesinato, el policía Darío Poblete está en la cárcel, “es necesario para terminar con la impunidad y que la justicia sea completa que el responsable político, el exgobernador Jorge Sobisch, sea juzgado”.

Peccín reseñó que aquel 2007 había comenzado, como todos los años, con los docentes luchando en defensa de la escuela pública y las reivindicaciones de los trabajadores. “Eran tiempos donde la derecha, como hoy, impulsaba la mano dura, la criminalización de la protesta social y encontraba en la provincia de Neuquén un gobernador y candidato a presidente que hacía gala de ser un fiel ejecutor de esta concepción, que no da lugar al reclamo, a los derechos políticos, sindicales y populares. Gobernaba Jorge Sobisch, autor intelectual del asesinato de nuestro compañero y se mostraba, con la violenta represión a los trabajadores de la educación, como la referencia de un sector de la sociedad,  de los poderes fácticos, de la corporación mediática y de  periodistas que responden a sus intereses, que exigían contener las demandas de nuestro pueblo a sangre y fuego”, relató. Y agregó luego: “Como hoy, cuando algunos dicen que la escuela pública es una fábrica de piqueteros  podemos decir que sí, que es en esa fragua, la escuela pública, donde los docentes construimos junto a nuestros alumnos la formación de ciudadanía, si por piqueteros se entiende a todos aquellos que nos ponemos de pie ante la injusticia y peleamos por la construcción de una sociedad libre, de pleno ejercicio de los derechos, con inclusión y justicia social”.

El secretario general tomó las palabras con que Sandra Rodríguez recuerda a su compañero de vida: “El legado de Carlos es de lucha, resistencia, pero también de esperanza. El creía realmente que la educación podía liberar a una persona, y sobre todo a los trabajadores”. Para luego afirmar: “Hermoso legado compañeros del que nos sentimos orgullosos cada vez que emprendemos nuestra tarea en el aula, en el sindicato, cuando luchamos de diferentes maneras junto a nuestro pueblo por la utopía de una escuela pública para la liberación de los pueblos”.

Nunca más fue el grito de millones de  trabajadores argentinos que se movilizaron aquel luctuoso 4 de abril de 2007 en todo el país y en nuestra provincia de Entre Ríos; fue la marcha más imponente de solidaridad y repudio que se haya dado desde la recuperación de la democracia. “Por eso, Carlos Fuentealba vive en cada compañero, en cada guardapolvo blanco, en la sonrisa de cada docente argentino y en sus angustias, en los miles de rostros de niños y niñas  que junto a los docentes son la verdadera  imagen de la escuela pública”, finalizó.

Luego de este breve acto se dio paso a la proyección del documental de Luciano Zito, que recupera la historia de vida del maestro asesinado, descubriendo su infancia, su militancia política y su legado pedagógico identificado con la educación popular y emancipadora. Asimismo, la película muestra también la infatigable lucha por justicia contra los autores materiales e intelectuales que lleva adelante, desde ese momento, su compañera Sandra Rodríguez.