Esta propuesta se encuadra en el marco de la resignificación de la escuela, que ubica la centralidad del estudiante como sujeto pleno de derecho y al docente en el proceso de la construcción progresiva de los Derechos Humanos.

La propuesta de trabajo define la cultura de los Derechos Humanos desde una perspectiva latinoamericana y desde las luchas y estrategias colectivas en un proceso histórico de resistencias. Se asume que la enseñanza de los Derechos Humanos requiere un abordaje interdisciplinario en que las diversas expresiones artísticas, como el cine, aportan al conocimiento integral y el empoderamiento de los sujetos.

Una cultura de los Derechos Humanos es una proyección utópica-crítica situada (en nuestro caso como sujetos del continente americano), una perspectiva auto-centrada, que permita considerar la historia de los pueblos de América Latina desde América Latina, en sus luchas y tragedias colectivas como un proceso histórico milenario, que incluye invasiones, genocidios y heroicas resistencias.

La relación entre cultura y derechos humanos parte de una necesaria conjunción: el acceso al conocimiento. Por tanto, el empoderamiento de los derechos humanos está ligado al derecho previo al acceso universal a los bienes simbólicos y culturales, así como a la realización efectiva de los derechos humanos de primera, segunda y tercera generación. El avance jurídico en materia de Derechos Humanos en el mundo –pero muy particularmente en nuestro país– es  parte de una aspiración mucho más amplia, que una verdadera cultura de los derechos humanos presida las relaciones políticas, sociales y económicas.

El desarrollo alcanzado en esta materia en nuestro país –ligado al genocidio perpetrado por la última dictadura cívico militar– es una trascendente conquista cultural de la Sociedad y el Estado que es necesario profundizar  en todos los niveles de la educación, y que conmueve el prejuicio eurocéntrico de que los derechos humanos son exclusivamente una conquista occidental.

Se focaliza la importancia del lenguaje audiovisual en el marco de la transformación de la praxis educativa y en relación con el protagonismo de los docentes en las aulas.

Como objetivos se plantean, entre otros:

* Contribuir a la cultura de los Derechos Humanos.

* Incorporar herramientas del cine documental para el trabajo de los Derechos Humanos.

* Aportar al reconocimiento de prácticas y discursos discriminatorios y promover la igualdad y democracia en los procesos educativos.

* Promover el derecho a la memoria, la verdad y la justicia.

* Aportar al trabajo transdisciplinario

Los contenidos propuestos abordan la cultura de los Derechos Humanos, el Estado moderno, el imperialismo y los procesos discriminatorios; así como problemáticas de género y subjetividades específicas; y los recursos cinematográficos como herramientas.

La metodología de trabajo asume el acercamiento vivencial al cine y un enfoque basado en la educación popular con dinámicas de participación horizontal que favorezcan el diálogo.

Cantidad de encuentros: 4 encuentros quincenales.