Hoy, martes 05 de agosto y tras 36 años de incesante búsqueda, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, se reencontrará por fin con su nieto Guido, a quien buscara incansablemente luego de que fuera apropiado durante la última dictadura militar que padeciera nuestro país.

Se trata del Nieto Recuperado número 114, hijo de Laura, desaparecida y torturada en la última dictadura militar, mientras cursaba el tercer mes de embarazo. La hija de Estela de Carlotto tuvo a Guido el 26 de junio en el Hospital Militar de Buenos Aires. Desde allí el bebé fue apropiado y, recién hoy, 36 años después, tendrá la oportunidad de reencontrarse con su verdadera abuela  aunque nunca podrá ver a su madre, cuyos restos fueron entregados dos meses después del nacimiento de Guido, a escasas horas de que fuera asesinada.

Según los trascendidos, el nieto recuperado número 114 nunca supo lo ocurrido: rearmó su vida, se casó y formó una familia, con la cual vive hoy en Olavarría. Músico, su actual nombre es Ignacio Huber, aunque siempre fuera buscado como Guido. Los años pasaron y tras varias dudas sobre su identidad, se acercó de manera espontánea y voluntaria para saber al respecto.

Destacando la obviedad de que celebramos cada nieto que ha recuperado su identidad, no podemos negar que se nos inunda el corazón de alegría y nos sentimos un poco, todos nosotros, como Estela, abuelos felices. Por ella, que incansablemente ha luchado tras cada pista, tras cada noticia, contra viento y marea dando cada uno de los anteriores 113 pasos de gigante que nos permitieron, como país, arrancarle todas esas victorias a tanta muerte, violencia y dolor.

Encontrar a Guido hoy nos conmociona y nos alegra. Nos da fuerzas para seguir. A las Abuelas de Plaza de Mayo, a las Madres de Plaza de Mayo, a todos los organismos de Derechos Humanos que no bajaron nunca los brazos. Porque faltan más nietos, porque seguiremos luchando por Memoria, Verdad y Justicia, pero, sobre todo, porque hoy Estela va a abrazar a su nieto y es un abrazo del que muchos, felizmente, nos sentimos parte.

Mónica Amoz, Secretaria de DDHH de AGMER CDC