Se proclama este día con el propósito de reafirmar el derecho a la salud como un Derecho Humano de las mujeres al que deben acceder sin restricciones o exclusiones de ningún tipo, a través de todo su ciclo de vida.
Esta fecha fue proclamada por un grupo de mujeres reunidas en el V Encuentro Internacional por la Salud de la Mujer realizado en Costa Rica en 1989. A partir de entonces, año a año, se organizan campañas con el objetivo de reafirmar la decisión de lucha de las mujeres por la promoción, derecho y acceso a la Salud.
Los 28 de Mayo mujeres de todo el mundo reafirman su decisión de lucha por la promoción, defensa y acceso a los Derechos de las mujeres a la Salud, en el marco de los Derechos Humanos.
La idea es trabajar en acciones y campañas en pos de:
– Visibilizar que las condiciones de vida y salud de la mayoría de la población necesitan de políticas firmes, sostenidas y urgentes;
– Exigir una profunda y sustancial transformación de las situaciones de marginalidad y postergación en las que se encuentra la gran mayoría de las mujeres;
– El acceso universal, en todas las etapas de vida, a la información y servicios de atención de la salud gratuitos o de bajo costo y de óptima calidad, para gozar de salud integral y de bien-estar;
– El derecho a que nuestra diversidad sea reconocida y respetada en el diseño e implementación de esos servicios;
– El derecho a ejercer una salud sexual y reproductiva sana, libres de violencias y coerción;
– El derecho a conocer y respetar nuestro cuerpo;
– El derecho a ejercer una sexualidad sin riesgos ni consecuencias indeseables o inoportunas;
– El derecho a relacionarnos sexualmente con quien deseemos sin ser presionadas ni violentadas, en el momento que elijamos;
– El derecho a buscar y sentir el placer sin culpas;
– El derecho a no tener sexo;
– El derecho a decidir el número de hijos e hijas que queremos tener, cuándo tenerlos, o bien a no tenerlos;
– El derecho a estar bien informadas para regular nuestra fecundidad con métodos eficaces, seguros y asequibles, o que nuestra pareja los utilice;
– El derecho a recibir una atención de salud de la más alta calidad en el embarazo, parto y en todos los otros momentos de nuestra vida sexual y reproductiva;
– El derecho a compartir las responsabilidades de la sexualidad y la reproducción con la pareja;
– El derecho a protegernos de infecciones de transmisión sexual, incluido el VIH/SIDA, en especial cuando se trata de mujeres adolescentes y niñas;
– El derecho a una participación igualitaria de las mujeres en las instancias de decisión del área de la salud, para que nuestras demandas reales y urgentes tomen preeminencia.