Los siete represores juzgados en la causa Área Paraná fueron condenados. Después de décadas de reclamo de justicia, de largos años de lucha contra la impunidad, celebramos la verdad. Las condenas estuvieron lejos de ser las esperadas, por lo que serán apeladas por el equipo de abogados. Un claro mensaje dejó la jornada de esta mañana: los juicios continúan y no hay marcha atrás en el camino de la memoria, la verdad y la justicia.
Un amplio arco de organizaciones políticas, sindicales, estudiantiles y organismos de Derechos Humanos acompañaron hoy la lectura de la sentencia de la causa Área Paraná, uno de los juicios más importantes por delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura en nuestra provincia. Los siete represores juzgados en esta causa fueron condenados. Después de décadas de reclamo de justicia, de largos años de lucha contra la impunidad, podemos celebrar la verdad. Las condenas estuvieron lejos de ser las esperadas, por lo que serán apeladas por el equipo de abogados. Un claro mensaje dejó la jornada de esta mañana: los juicios continúan y no hay marcha atrás en el camino de la memoria, la verdad y la justicia.
Los siete represores juzgados en el marco de la causa Área Paraná –uno de los juicios más importantes sobre delitos de lesa humanidad cometidos en dictadura en nuestra provincia- fueron condenados por la Justicia Federal. El veredicto se dio a conocer esta mañana en los Tribunales Federales, donde hubo un acto público que congregó a organizaciones sindicales, políticas y estudiantiles, además de los organismos de Derechos Humanos.
Desde AGMER Central convocamos y estuvimos presentes en lo que fue una jornada histórica. Hoy avanzamos un poco más en el largo camino de la memoria, la verdad y la justicia. Hoy volvemos a celebrar la verdad.
A pesar del desacuerdo con las condenas, que no fueron las que se esperaba, el equipo de abogados que llevó adelante la causa en representación de las víctimas y sus familiares, ya comunicó su decisión de apelar. Pero sí quedó probado que los represores juzgados fueron responsables de los delitos aberrantes que se les imputaron, y que incluyeron tortura, secuestro, violación, desaparición y asesinato de compañeros entrerrianos durante la dictadura cívico militar.
Sólo el ex policía federal Cosme Demonte fue condenado a prisión perpetua. Otros seis represores recibieron penas de entre 3 y 18 años de cárcel, aunque cuatro de ellos quedarán en libertad por el tiempo que ya pasaron en prisión. Los abogados querellantes ya presentaron el escrito haciendo reserva para apelar la sentencia. Los montos de las penas no conformaron a los sobrevivientes y familiares de las víctimas: “Acá corrieron ríos de sangre y el juez no estuvo a la altura”, dijo una de ellas.
No obstante, organismos de Derechos Humanos, familiares, abogados y organizaciones que se congregaron coincidieron en marcar que más allá de la desazón causada por las penas impuestas, esta condena fue un hecho histórico y un mensaje a futuro: no hay marcha atrás con los juicios por delitos de lesa humanidad. Los juicios continúan, hasta que todos sean condenados. Así como continúa la búsqueda de los nietos apropiados por la dictadura. Hasta que los encontremos a todos.