A cargo del Licenciado Luis Cabeda, tuvo lugar hoy, miércoles 08 de junio, en Paraná esta actividad propuesta desde la EFPS de AGMER que se enmarca en las acciones encaradas por el sindicato con la intención de abrir el debate en torno a la conflictividad social como tema transversal en los distintos niveles del sistema educativo.
El secretario general de AGMER, Fabián Peccín, tuvo a su cargo la apertura de la jornada de trabajo. Tras agradecer la presencia de docentes y directivos que se sumaron a la actividad, manifestó: “Si hemos propuesto esta temática es porque sabemos que hoy hablar de conflictividad social y de cómo tiene que actuar la escuela es más que necesario; es algo que nuestros compañeros en las escuelas, cotidianamente, nos plantean como problemática, y pensamos que el sindicato tiene que aportar en este sentido”, dijo.
Luego, agregó: “Nadie nos dijo, cuando nos preparamos para ser docentes, que esta tarea iba a ser fácil; no es fácil ser docente y además la tarea se complejiza todo el tiempo. Por esto estamos proponiendo hablar sobre la tarea de la escuela en estos tiempos de conflictividad social y ojalá puedan irse de aquí con mayores herramientas para abordar las situaciones a las que todo los días le tenemos que poner el cuerpo”.
La Secretaria de Educación de AGMER, Ana Delaloye, coincidió en marcar que conflictividad social y educación “es un tema que nos preocupa y por eso queremos ocuparnos de la problemática”. Y agregó: “Necesitamos poder encontrarnos para debatir y construir conocimiento juntos, los docentes pero también la familia y la sociedad. A eso venimos apostando con estos talleres, encuentros y seminarios que realizamos con la Escuela de Formación Pedagógica y Sindical de AGMER”.
En ese marco, destacó: “Estamos seguros de que todos estos temas y las propuestas y demandas que conocemos a partir del debate y los encuentros que realizamos, vamos a poder llevarlos y plantearlos en el Consejo General de Educación, con quienes serán nuestros representantes: Perla Florentín como vocal gremial y todos los compañeros que integran la lista de AGMER-AMET para las elecciones del 23 de junio, cuando elijamos a los vocales por los trabajadores”.
Luego, Delaloye presentó al disertante, dando cuenta de su actividad pedagógica como docente, director y licenciado en Cs. de la Educación, así como de su recorrido gremial en el marco de la CTERA.
Por su parte Luis Cabeda dio inicio a la jornada de trabajo planteando que la misma estaría organizada en tres grandes momentos: un encuadre teórico, aportado por una disertación (en video) de quien fuera secretaria general de CTERA, Stella Maldonado; un momento para abordar los instrumentos que se tienen para encarar el tema del conflicto social en la escuela contenidos en una resolución de 2014 a la que Entre Ríos adhirió; y finalmente un trabajo sobre casos concretos, para trabajar en situación.
Así se llevó a cabo el desarrollo de la jornada, con espacios enriquecedores en los que los docentes asistentes pudieron realizar trabajos en equipos, intercambiando las distintas perspectivas según la mirada cotidiana del tema que tuviera cada uno.
A la hora de la puesta en común se manifestaron las diferentes situaciones de conflicto que se vivencian a diario en las escuelas y las distintas maneras con las que cada grupo las pudo abordar. Espacio enriquecedor para evaluar y visibilizar temas como la educación para la igualdad; el respeto a los derechos personales y colectivos; los espacios de escucha que se habilitan (y los que no); la flexibilización de la mirada del espacio escolar para con los adultos responsables de los alumnos; la eliminación de los silencios encubridores, etc.
“El `no sé qué hacer´ no va. Como docentes estamos obligados a actuar”
Para dar cierre a la jornada el Licenciado Luis Cabeda tomó la palabra y, a partir de diferentes ejemplos concretos de la práctica como docente y director de escuela, fue desarrollando los modos en los que la escuela interpreta (y muchas veces malinterpreta) a la participación, tanto de los alumnos, de los padres, y de la misma comunidad educativa en su conjunto.
Participar, para la escuela, es estar presente, y, dirá Cabeda, ahí está el primer error, ya que de este modo se tiende a no valorar a las otras maneras de participar que tiene cada uno desde el lugar que puede.
Participar tiene que ver con construir sentidos, otros modos de sentidos. En ellos, la palabra vale y merece ser escuchada, no desde un mero acto de convocar a una reunión y que sólo se escuche al docente (y, encima, quejarse, dirá Cabeda). La escucha tiene que ver con abrir a lo que el otro pueda venir a decirme, pero desde un lugar responsable, desde nuestro lugar de adultos en el que nos corresponde actuar como tales.
“Los chicos pueden, pero solos no: pueden con nosotros. La escuela logra sentido ahí, lo más maravilloso de nuestra tarea es poder sorprendernos de lo que el alumno pudo hacer con lo que yo le enseñé. Sorprendernos de la magia del acto educativo”, manifestó el docente, y agregó que “cuando decimos `a este chico no le interesa nada´ y no nos preguntamos que le estamos proponiendo para que se interesen… algo no está bien”.
En tal sentido, como reflexión final el docente propuso pensar a la participación como META pero también como MÉTODO DE TRABAJO para llegar a esa meta. “Los alumnos aprenden a participar participando” planteó Cabeda, “es lugar de llegada y es proceso”.
“Es hora de volver a tomar la palabra para hacerla circular. Hay que poder poner palabras porque cuando estas no están lo que queda son los golpes. Habrá que pensar la estrategia para que la palabra vuelva a construir. Sabemos que no es la pobreza la que construye violencia sino el resentimiento de las promesas sin cumplir. Tenemos que pensar cuál es la promesa que hoy les hacemos a los alumnos. Tenemos la obligación de construir una promesa que valga la pena”, concluyó Luis Cabeda.