“Ella venció a la muerte y no es poca cosa; no es poca cosa”, dijo nuestra compañera Silvia Garnier, en la conferencia de prensa que tuvo lugar en la sede de Abuelas, donde se ubicó al lado –y tomando la mano- de la joven a la que buscaron durante 40 años. La nieta 126 es la hija de Edgardo Garnier y Violeta Ortolani. La alegría es enorme en Entre Ríos y en AGMER.
Abuelas de Plaza de Mayo lo anunció este lunes a la tarde. Y hoy, pasado el mediodía, el anuncio tuvo nombres propios. La nieta recuperada, la nieta 126, es hija del entrerriano Edgardo Garnier y Violeta Ortolani; es la sobrina de nuestra compañera Silvia Garnier, la nieta de Blanca, que tiene 86 años y pasó la mitad de su vida buscándola. Hoy se restituyó una identidad y, con ella, los retazos que faltaban a la historia de Edgardo, de Violeta, de Silvia, de Blanca. Nombres propios de una verdad, que es la de cientos de compañeros en este país azotado por el terrorismo de Estado, una verdad que hoy se abre en nuestras propias manos, como una carta cargada de esperanza… y victoria.
Este lunes 4 de diciembre Abuelas de Plaza de Mayo anunció que fue encontrada la nieta 126. Pronto se supo que la joven de 40 años es la hija del entrerriano nacido en Concepción del Uruguay, Edgardo Garnier, y Violeta Ortolani de Garnier. La emoción de un nuevo hallazgo, de otra restitución de una nieta apropiada, pronto fue un reguero de alegría en esta zona y particularmente en AGMER. “Es la sobrina de Silvia”, fue el mensaje que por miles se difundió de compañero a compañero.
Es que en este sindicato vivimos la búsqueda de Silvia Garnier -la compañera docente que fue secretaria general de la Seccional AGMER Uruguay y hoy vocal que nos representa en el CGE- paso a paso, junto a su madre Blanca Díaz de Garnier. Y como símbolo de las luchas que compartimos con ella, Silvia estaba en la sede de AGMER Central cuando recibió el llamado más esperado, el de Estela de Carlotto, dándole la noticia más esperada.
Hoy, compañeros de la Comisión Directiva Central de AGMER y militantes de nuestro sindicato, estuvieron en la sede de Abuelas acompañando la conferencia de prensa, y llevando el saludo de AGMER y CTERA a Silvia y su familia.
La nieta 126 tiene 40 años y hace pocas semanas se presentó voluntariamente en la sede de abuelas, en búsqueda de la verdad que hoy le devuelve su historia y le permite el abrazo con la familia que nunca dejó de buscarla. “Estoy feliz. Estoy plena. Se me completó la vida… ¡Y tengo una abuela! ¡A los 40 años tengo una abuela… y ya la quiero”, así refirió la joven en la conferencia de prensa, los primeros momentos que está viviendo tras conocer su identidad.
Silvia Garnier la siguió. Recordó a su hermano Edgardo como “un tipo íntegro”, a Violeta, que contó con el apoyo de tantos compañeros de militancia. “Hoy los declaro familia para siempre”, les dijo dirigiéndoles una cálida mirada. Y luego soltó la frase que quedará sonando entre todos los que buscan, entre todos los que han recuperado su identidad, entre todos los jóvenes que tienen duda sobre sus orígenes: “Ella venció a la muerte y no es poca cosa; no es poca cosa”.
Unas horas antes, en declaraciones a la prensa, Silvia destacó a la organización Abuelas de Plaza de Mayo. “La noticia es el trabajo de abuelas, que lo siguen haciendo a pesar de todo. Son invencibles y eso es lo fundamental en estos momentos”.
La presidenta de Abuelas, Estela de Carlotto, fue quien encabezó la conferencia y leyó el comunicado oficial de la organización. Recordó a Edgardo y a Violeta, dónde militaban, dónde vivían, cuáles eran sus ideales y cuándo fueron secuestrados en La Plata, donde se habían conocido y se habían casado. Violeta estaba embarazada de ocho meses cuando la secuestraron.
Luego Carlotto interpeló a cada ciudadano de este país: “Vamos quedando pocas abuelas. Con la urgencia del tiempo que corre volvemos a hacer un llamado a la sociedad, a que nos ayuden con esta búsqueda.
En AGMER estamos felices. Celebramos la Verdad y la Justicia. Renovamos nuestro compromiso con la Memoria. Saludamos con enorme afecto y reconocimiento a nuestra compañera Silvia Garnier, y le agradecemos a ella y a su familia, y a las Abuelas de Plaza de Mayo, esta lección de dignidad y entereza. A este camino colectivo de restituir la identidad de nuestros nietos seguiremos aportando nuestros mejores compañeros, nuestra militancia y nuestras banderas.
Secretaría de Prensa
AGMER CDC