El Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N° 4 de la Ciudad de Buenos Aires condenó a Gabriel David Marino a prisión perpetua por el crimen a la activista travesti de derechos humanos Amancay Diana Sacayán, ocurrido en octubre de 2015.

En su veredicto, el tribunal consideró que se trató de un crimen de odio y que medió la violencia de género. Es un fallo inédito e histórico. Es la primera vez que la Justicia pronuncia la palabra “travesticidio” en los expedientes.

Diana tenía 39 años cuando fue asesinada. Y durante la mitad de su vida había trabajado en la conquista de derechos para el colectivo, de los más violentados y criminalizados. Fue una de las impulsoras de la ley de identidad de género, la creadora del cupo laboral travesti-trans en la provincia de Buenos Aires, integrante del Programa de Diversidad Sexual del INADI, impulsora de la lucha por los derechos de las personas trans, secretaria de Asociación de Lesbianas, Gays y Bisexuales para América Latina (ILGA-LAC) y líder del Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (M.A.L).

El asesinato de Sacayán, en la madrugada del 11 de octubre de 2015, conmovió al país, y especialmente a las organizaciones que la tuvieron como dirigente y luchadora social por los derechos humanos. Recién en marzo de este año comenzó el juicio, donde se intentó –y finalmente se logró- demostrar que se trató de un crimen de odio.

Desde AGMER celebramos, junto a todas las organizaciones que se comprometieron con esta causa, este fallo histórico, como corolario de un proceso judicial que permitió visibilizar la violencia estructural con la que convive a diario el colectivo de mujeres trans.

Mario  Bernasconi – Sec. de Derechos Humanos – AGMER CDC

Fuente: agenciapresentes.org