El 23 de agosto de 1962, Felipe Vallese, obrero metalúrgico, delegado sindical y miliitante de la Juventud Peronista fue secuestrado por un grupo de tareas. Luego de su captura, fue torturado y recluido en una comisaría primera de San Martín, presuntamente asesinado en una sesión de tortura.Tenía 22 años.
Su cuerpo nunca fue hallado ni se dio ninguna información sobre él. Fue uno de los primeros militantes políticos detenidos – desaparecidos, preanunciando lo que poco más de una década después el terrorismo de Estado convertiría en práctica sistemática y siniestra.
«Un grito que estremece: Vallese no aparece!» fue en esos años una denuncia, la consigna que convocó a marchas y protestas del movimiento obrero, y el repudio al Estado represor.
No olvidamos, porque no olvidamos a ninguno de los militantes que nos precedieron en el camino de la lucha por un país justo, libre y soberano.
José Manuel Balcala
Sec. de Prensa – AGMER CDC