La invitación llega desde la CTA Género y Diversidad Mesa Tala, impulsores de la actividad artística y cultural, que tendrá lugar a las 18, en el Complejo Cultural Atahualpa Yupanqui.

El mural que será descubierto a modo de homenaje fue realizado por la artista plástica local  Macarena Anahí Zapata, especialmente convocada para plasmar en ese espacio público su obra y fijar en el recuerdo de la sociedad talense a Gilda, esa mujer luchadora comprometida por el destino de los más humildes de su entorno más cercano.

El homenaje a Gilda Vargas se enmarca en la tarea de «rescatar de nuestra memoria a aquellas mujeres que estuvieron presentes cuando el pueblo las necesitó», expresaron desde la organización de la actividad.

La muralista citada nos contó que recibió la ayuda Tomás Adrían Romero.

La obra de Macarena Zapata, quien contó con la colaboración de Tomás Adrián Romero, fue realizada sobre una de las paredes del Complejo Cultural Atahualpa Yupanqui. Este viernes será descubierta en el marco de una actividad que además propondrá micrófono abierto para los presentes y audios con testimonios de personas que conocieron a Gilda y aceptaron compartir anécdotas.

Gilda Vargas

Nacida en Goya, Corrientes en 1950 Gilda Vargas fue la mayor de cinco hermanos.

Vinculada a Monseñor Devoto recorrió los parajes rurales participando de la organización de los tabacaleros en las  Ligas Agrarias en la década del ’70.

Estudió magisterio y ejerció desde muy joven como maestra de nivel primario. La escuela se transformó en «su lugar en el mundo». Puso en los niños con quienes trabajó todo su cariño,  pasión y compromiso. Fue maestra rural en Raíces, Galarza, Tala, Echagüe.

Militante histórica de AGMER. Activa participante de los Congresos, se destacaba en la discusión política y gremial.

Sensible a las problemáticas de su pueblo participó activamente de la CTA. Con esa organización, a finales de 2001, y antes del estallido del 19 y 20, se sumó al Frente Nacional contra la Pobreza y recorrió cada rincón, junto a estudiantes, trabajadores y militantes sociales. En Tala, como en muchos lugares del país, la crisis económica, política y social mostraba su rostro más duro en la realidad cotidiana de los sectores populares. La situación era realmente complicada, los gurises que iban a la escuela comían en el comedor escolar; pero el tema era los fines de semana y la situación de los más chiquitos y de los viejos. Así nació la idea de un comedor, que Gilda logró  levantar  junto a una vecina de la zona.

Infatigable, siempre activa; sus últimos años los compartió en el disfrute de su nieto, junto a la lucha por un modelo productivo libre de agrotóxicos. Así la recordamos: maestra de alma, militante de las causas justas, una mujer extremadamente sensible a las problemáticas y al sentir de su pueblo.

José Manuel Balcala

Sec. de Prensa

AGMER CDC