Iniciamos el 2022 con temperaturas superiores a las máximas históricas, sequías prolongadas, una bajante histórica de nuestro Río Paraná y 12 provincias afectadas por los incendios. En plena crisis climática, en la provincia de Corrientes, 700.000 ha. arden.  Los incendios son consecuencia de la voracidad de un sistema económico al que poco le importan la salud y el ambiente. Lo único que le importa son las demandas del mercado mundial.

La primarización de la producción orientada a la exportación vino de la mano de la expansión de la frontera agropecuaria, la concentración de tierras, el monocultivo y la utilización de transgénicos y agrotóxicos.

Saldo de este modelo son la expulsión de poblaciones rurales y la concentración en los cordones de las grandes ciudades, el aumento de enfermedades en la población, la deforestación, la destrucción de la biodiversidad, la contaminación ambiental, la degradación de nuestros suelos, el encarecimiento de los alimentos, la pérdida de soberanía alimentaria y los incendios.  Se torna más visible que nunca que ese sistema no conduce al progreso ni al crecimiento económico. Por esto, hoy se vuelve apremiante que los sectores populares podamos discutir qué, cómo y para quién producimos en Argentina.

El daño ambiental producido por los incendios es irreparable.  La cobertura vegetal más afectada por las quemas son los humedales. Con el humo se va nuestra flora, fauna, la biodiversidad que nos permite vivir en un ambiente equilibrado.

Los humedales son grandes filtros depuradores naturales y reservorios de agua dulce. Este año el Congreso dejó caer por tercera vez el proyecto de Ley de Humedales.

No hay vida posible con ecosistemas destruidos. El modelo extractivista está violentando los límites naturales de nuestra casa común.

#Basta de quemas!

#Ley de humedales ya!

#Educación ambiental

Comisión Directiva Central

Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (AGMER)