Reflexionar sobre las formas en las que nos vinculamos, incluso en los entornos digitales, e identificar situaciones de maltrato u ofensas hacia otras personas es fundamental para poner fin al círculo de la violencia y construir lazos pluralistas, solidarios y respetuosos.
Cuanto más fortalezcamos las políticas de convivencia más disminuirán los episodios de violencia. La mejor manera de abordar estas situaciones es trabajar con las y los estudiantes la diferencia. Lograr que las diferencias no sean percibidas como algo negativo, porque la vida se sostiene a partir de diferencias.
El bullying o acoso entre pares no sólo se da en la escuela, pero la escuela –espacio de convivencia democrática entre mundos diferentes- es un lugar privilegiado para prevenirlo.
Angeles Gebhardt
Sec. de Mujer e Igualdad de Géneros | AGMER CDC