El día amaneció con mucha lluvia y viento. Cuando llegamos al Rancho Cultural, a la vera de nuestro Río, la guitarra de Matías nos recibió con la melodía de la Oración del Remanso. Bien cerca, las carpas de los kayakistas y un par de kayaks reposaban junto al pasto. Nos saludamos y abrazamos con los compañeros de La Paz, pescadores, gente del río, trabajadores de la cultura; la compañera Mariana Miño, secretaria Adjunta de ATE; las compañeras de AGMER La Paz; Pablo Benetti, de la FNC y algunos de los remeros, entre otros.

Se armó la rueda de mates, extendieron una mesa con panes recién horneados listos para el desayuno y otra mesa para esperar a los gurises que reciben apoyo escolar bajo el alero del Rancho Cultural.

Desde temprano se sabía que Prefectura había declarado el alerta y que habría que esperar unas cuantas horas para continuar la remada. Sobre las olas, La Yaguarona y La del Zurdo, las dos canoas que llevan recorriendo más de 700 kilómetros en defensa del Paraná, se hamacaban lentamente con el movimiento del agua.

Al rato empezaron a llegar Cosita Romero y Mariano Martínez; Marta Arriola, de Los Cuidadores de la Casa Común; Luis Precerutti, el Indio y Vanesa. Nos estrechamos en abrazos. Nos fuimos rotando para conversar con unos y con otros. Cuando llegó Luciano Orellano nos acercó sus libros de La Argentina Sangra por las Aguas del Paraná y su Atlas. Todos recordaban emocionados la enorme presencia del pueblo lapacero en la tarde del día anterior para recibir a las embarcaciones y a los titanes de la remada por el Agua y la Vida.

Dejamos nuestro saludo, nuestro agradecimiento y el compromiso de nuestro sindicato con la defensa de nuestro Río y nuestra cuenca, de los bienes comunes, de las culturas de nuestras comunidades, del hombre y la mujer de las riberas litoraleñas, de nuestra soberanía y la integridad de nuestro territorio.

Secretaría de Defensa de Bienes Comunes | AGMER

Secretaría de Derechos Humanos | AGMER