Anahí Mastache
Editorial Noveduc, 407 páginas
Al profesor preocupado por mejorar, estas páginas lo van a estimular a la reflexión: ¿Para qué enseñar aquello que enseño?, ¿cómo hacer para que mi enseñanza contribuya a formar personas autónomas?. Así, se verá llevado a considerar sus propios modos de pensar, de actuar, de sentir la clase, y, en la clase, a los estudiantes y con los estudiantes.
Se parte del lugar central del saber en las clases y en los vínculos entre docentes y estudiantes. Saber que condensa múltiples elementos: conocimientos disciplinares, saberes pedagógicos y didácticos, saberes sobre los afectos, los variados saberes que portan los estudiantes y muchos más.
Cada docente realiza una propuesta para el aprendizaje de su materia, que plantea a la vez un modo de vínculo con los saberes y entre las personas. Entre la propuesta del educador y la actitud de los estudiantes ante ella, se genera un proceso complejo de negociaciones. Como consecuencia, se reconocen distintas modalidades de clases, que ofrecen diferentes posibilidades para el desarrollo de la enseñanza, el aprendizaje y los procesos de subjetivación.