Daniel Feierstein
Fondo de Cultura Económica - 440 páginas
En este libro se articulan dos genocidios de modo original: el ejecutado por el nazismo entre 1933 y 1945, y el ocurrido en la Argentina entre 1974 y 1983. La elección de ambos hechos históricos determina una trama narrativa y argumentativa no explicitada con anterioridad en el abordaje de las prácticas genocidas de la segunda mitad del siglo XX.
El autor considera que ambos procesos no fueros sucesos excepcionales en la historia contemporánea, productos de meros arrebatos, o el retorno del salvajismo y la irracionalidad, sino ejemplos de peculiares tecnologías de poder. Como tales, no se limitaron al aniquilamiento de colectivos humanos; también fueron capaces de "reorganizar" las relaciones sociales hegemónicas mediante la construcción de una otredad negativa, el hostigamiento, el aislamiento, el debilitamiento sistemático, el aniquilamiento material y la realización simbólica.
Luego de legitimar el término "genocidio" para el caso argentino, el autor propone una nueva tipología de las prácticas sociales genocidas y prueba la continuidad entre el nazismo, primer genocidio reorganizador, y el autodenominado "Proceso de reorganización nacional". A partir de testimonios de sobrevivientes de ambas experiencias, analiza el dispositivo fundamental de la práctica social genocida, el campo de concentración y sus consecuencias sobre las víctimas directas y sobre el conjunto de la sociedad. Así, en la Argentina de los años 80 y 90, la desconfianza hacia el otro, la ausencia de reciprocidad, el terror y el escepticismo, para adoptar posiciones críticas, fueron los modos sociales hegemónicos.