Daniel Brailovsky; Ángela Menchón
Ediciones Novedades Educativas. Colección Universidad – 143 páginas
“Los estudiantes escriben mal, no logran salirse de sus modismos del lenguaje oral, no saben citar la bibliografía, ¡escriben barbaridades en los exámenes! ¿Es necesario darles un documento con las normas APA para que citen bien? ¿O mandarlos a un taller de escritura?”. Estas quejas habituales de los docentes en las carreras de la formación nos invitan a darle a la cuestión de la escritura en el nivel superior una atención especial. Para ello es necesario mostrar qué pasa, qué se dice, qué les molesta, qué entusiasma en las distintas situaciones de escritura, y tratar de aprender de la experiencia.
Este libro, basado en una investigación de corte etnográfico, profundiza en el sentido que le dan los profesores y los alumnos a la escritura en el contexto de las materias, partiendo de la premisa de que se aprende escribiendo, pues hay ideas que sólo se piensan por escrito. Desde una mirada realista y comprometida con las prácticas, se ofrece una serie de propuestas de trabajo para el aula y se propone una ayuda para enseñar mejor, usando la escritura como una herramienta de pensamiento y de aprendizaje.