Martín Schorr. Ana Gabriela Castellani. Marisa Duarte. David Debrott Sánchez. [Autores]
CLACSO - 238 páginas
El modelo de industrialización sustitutiva de importaciones que caracterizó a las economías latinoamericanas a partir de la Gran Depresión de los años treinta impulsó un proceso de desarrollo económico e industrial que en la mayoría de los países se agotó en la década del ochenta mientras que en otros ya había comenzado bastante antes. Fue precisamente esta década, signada por la crisis de la deuda y la implementación de sucesivos planes de ajuste, la que se caracterizó por un radical cuestionamiento del papel regulador que el estado había desempeñado en el período precedente. Dicha tendencia se acentuó en los noventa, cuando los planes estabilizadores de "segunda generación" y las privatizaciones de las empresas públicas se convirtieron en los pilares de las políticas económicas implementadas por la mayoría de los gobiernos de la región. Inspirado en las formulaciones del modelo neoliberal propuesto por el Banco Mundial y en la visión del Fondo Monetario Internacional relativa a la estabilización económica en el corto plazo, el Consenso de Washington adjudicó al estado la responsabilidad misma de la crisis. En consecuencia, el enfoque neoliberal hizo de la deserción del estado en el proceso económico una de las premisas centrales del esperado crecimiento y de la estabilización económica en la región. La apertura muchas veces indiscriminada de los mercados, la desregulación financiera y la drástica reducción del gasto público fueron algunas de las medidas que, en materia económica, caracterizaron el accionar de los gobiernos durante la década de los noventa.
Sin embargo, las políticas inspiradas en dicho consenso no hicieron otra cosa que agravar la crisis y profundizar el debilitamiento y la desorganización del estado. Los efectos sociales y económicos regresivos de dichas políticas son evidentes en los más diversos países de la región, aún en los que, supuestamente, el programa neoliberal habría funcionado exitosamente. Es obvio que el mismo constituye un obstáculo a la consolidación de un modelo de crecimiento económico capaz de aumentar el bienestar de la población, reducir la miseria que afecta a vastos sectores de las sociedades latinoamericanas y caribeñas y potenciar las posibilidades de desarrollo sustentable de los países del área. Por consiguiente, el fracaso de las políticas neoliberales para generar una distribución más equitativa de la riqueza renueva la urgencia de discutir en profundidad los fundamentos mismos de los procesos de reestructuración económica implementados en estos países durante las últimas dos décadas y hallar caminos alternativos para superar la crisis actual.
Los ensayos reunidos en este libro reflexionan críticamente sobre estas cuestiones y abren una discusión sobre los fundamentos del pensamiento económico hegemónico y las perspectivas que podrían plantear modelos teóricos alternativos.