Norma Michi
Editorial El Colectivo - 428 páginas
Este libro es una muestra más de la capacidad de la gran teoría para estudiar realidades históricas concretas. En este caso se trata de dos organizadores populares campesinas que reclaman, unos (el MST en Brasil) la tierra que no tienen y se consideran con derecho a tener; otros (el MOCASE de Santiago del Estero) que se resisten a ser expropiados y expulsados de sus tierras, de su territorio que ocupan desde mucho tiempo atrás; “desde siempre”, podría decirse. Ello explica que la estrategia de los primeros sea ofensiva y la de los segundos, defensiva, como destaca la autora en su trabajo. Pero el elemento común es, pues, el “eterno” problema de la tierra: “Tierra y Libertad”, recordemos, fue la consigna de Emiliano Zapata en lo que se conoce como Revolución Mexicana, hace ya un siglo. Hay otras semejanzas, pero hay también diferencias que en el libro son exhaustivamente tratadas.
La explícita opción por el materialismo cultural, en el marco de la teoría crítico marxista, proveyó a la autora de un coherente complejo conceptual (hegemonía, contrahegemonía, sentido común, núcleo de buen sentido, praxis, clase, lucha de clases, etc) a partir del cual abordó con solidez el estudio de una realidad histórica concreta.
Partir de la “totalidad” que propone el gran relato, implica realizar el esfuerzo por dar cuenta no sólo de “nuestro lugar en el mundo” hoy, sino de explicarnos también como hemos llegado a ser lo que somos. En la historia, como en la naturaleza, no existe la generación espontánea. Michi lo tiene presente, y en cada uno de los casos estudiados comienza por indagar la “genealogía” del fenómeno: los antecedentes, las historias particulares, los episodios vividos, en suma, la memoria colectiva (la memoria popular quiero decir), que reivindica los derechos, que promueve la rebelión y alimenta la esperanza.